Resumen
Pertenece a las grandes esculturas de la edad de oro de los aztecas (siglo XV) la bella y colosal cabeza que se conoce con el nombre de Coyolxauhqui, que guarda el Museo Nacional de Arqueología. Su atractivo es indudable y excepcional —en relación a obras semejantes— quizá porque en ésta se reconoce a primera vista un rostro humano, de frente, labrado con tal perfección que tiene cierta suave sensualidad. En la cabeza se ve un tocado, bien ajustado a ella, que la cubre en total, inclusive la frente, dejando, claro está, libre el hierático rostro. Este adorna sus carrillos con unos pequeños discos y de su nariz pende una "nariguera" que pasa sobre la boca y cubre parte de la barbilla; las orejas están casi cubiertas por grandes "orejeras" o pendientes, de forma y elementos semejantes a la "nariguera". El tocado, a manera de casco, cubre toda la parte posterior y por el lado izquierdo de la cabeza cuelga un mechón de ordenadas plumas en varios niveles, que nace del centro y cúspide de la cabeza, en donde en forma plana, pero en relieve hay como una gran flor, también de plumas. El tocado, o casco, está sujeto por dos bandas, quizá de cuero, que desde la parte alta y central pasan por detrás de las orejas. El casco mismo tiene finas estrías verticales y sobre de él, distribuidos convenientemente, se ven unos elementos circulares sobrepuestos.
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Derechos de autor 1963 Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Históricas

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